En la tarde del pasado sábado 2 de mayo, la Fundación Los Álamos del Valle de Ricote (Cieza) organizó el foro online Punto de Encuentro Alamita, que, en esta edición, versó sobre el Valle de Ricote y sus posibilidades para ser declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en el futuro.
¿Es una utopía? ¿Qué viabilidad tiene esta propuesta? ¿Cuáles son los requisitos que plantea la UNESCO para ser Patrimonio Mundial? ¿El Valle de Ricote reúne requisitos para ello? Éstas fueron algunas de los interrogantes que se intentaron responder en el debate abierto moderado por el patrono de la fundación Antonio Narejos Bernabéu.
Entre los participantes, estuvieron el presidente de la fundación José Luis Pardos Pérez, los patronos Conrado Navalón Vila y Alfredo Jiménez Gómez, el arquitecto Alberto Ramadán Mirete y los miembros de "La Carrahila" José María García Avilés, Joaquín Caballero Soler y Jesús Joaquín López Moreno.
En el encuentro se compartieron y debatieron ideas sobre la solvencia de la propuesta del Valle de Ricote como Patrimonio Mundial de la UNESCO, así como la importancia de las figuras de protección cultural y natural que ya posee la comarca, como el Lugar de Interés Etnográfico Las Norias de Abarán o el Lugar de Interés Etnográfico Acequia de la Andelma.
Un punto en común fue la falta de un plan de actuación conjunta entre los ocho ayuntamientos que forman el Valle de Ricote (Cieza, Abarán, Blanca, Ricote, Ojós, Ulea, Villanueva del Río Segura y Archena), con el propósito de fomentar sus valores culturales y naturales; todo ello encaminado a la consecución de un desarrollo económico sostenible, que, a la vez, permita preservar su delicado y, en algunos puntos, malogrado paisaje cultural.
Uno de los resultados de esta edición del Punto de Encuentro Alamita es la realización de una reunión presencial en la sede de la fundación, cuando el COVID-19 lo permita, para el inicio de actuaciones administrativas para intentar que el Gobierno de España incluya al Valle de Ricote en la Lista Indicativa, paso previo antes de presentar su candidatura formal como bien susceptible de ser presentado en la Lista de Patrimonio Mundial.